Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero recordar no es un refugio exclusivo de personas mayores. La nostalgia no tiene edad y puede ser una emoción positiva (en pequeñas dosis).
La viajera de unos 20 años, sentada detrás en mi vuelo, cuenta divertida a su grupo de amigos cómo era su abuela: una señora recia y gran cocinera cuyos guisos aún recuerda. ¡Ay!, el olor, siempre activa el sistema límbico, sede oficial de las emociones. Todos ríen. También han sido niños hace poco.
En el aeropuerto de destino, sobre un pequeño escaparate reza la frase The future was here (el futuro estuvo aquí). Me asomo a mirar víctima de la curiosidad y del efecto foco (el escaparate es redondo como un gran periscopio). Dentro, objetos vintage del país, una radio antigua, tocadiscos, trajes de otros tiempos. Todos los países tienen su historia que contar. Es la nostalgia una vez más.
UNA EMOCIÓN AGRIDULCE
La nostalgia, mezcla la tristeza y la alegría, sabor dulce y amargo a la vez. ¿Quién no ha sentido esa extraña sensación? Abre el álbum de fotos de tu mente y rescata un recuerdo, quizás tus días de escuela o tus pasadas vacaciones. Una sensación recorre rápidamente tu cuerpo, sube desde el estómago hacia el pecho y se instala en el esternón. Ahí está tu nostalgia. Una mezcla de ternura por el pasado, alegría por lo vivido, tristeza porque se fue y un cierto anhelo por estar allí otra vez.
La Real Academia define la nostalgia con dos acepciones. La primera es «la tristeza melancólica originada por una perdida» y la otra «la pena por verse ausente de la patria o de los deudos o amigos». Ninguna de las dos es muy positiva. Esto se debe a la propia historia de la emoción. El médico suizo Johannes Hofer la describió en 1688 como la sensación que embargaba a los soldados en la guerra por la «añoranza del hogar». Se asociaba a una patología que cursaba con insomnio, llanto y pena por no poder volver a su país.
EL AUGE DE LA NOSTALGIA
Sin embargo, en 1979, de la mano del sociólogo americano Fred Davis y su libro Anhelo del ayer: una sociología de la nostalgia cambia su antigua valoración y se convierte en una emoción positiva asociada al recuerdo de personas, situaciones o lugares que una vez nos hicieron felices. De hecho, en estos tiempos convulsos donde el futuro es incierto, la nostalgia es un sentimiento en auge. ¿Por qué? ¿Cuál es su cara amable?